Lecciones de Amor

   I

 LA APERTURA DEL CORAZÓN


Cuando tu corazón se abre y no hay palabras que pronunciar, tan sólo sentimientos que se
expresan a través de los ojos del alma. Entonces, por un instante, sabes cual es tu origen, el origen
de tu alma, que está más allá de los confines de tus pensamientos, más allá de los límites de las
realidades impuestas. Por ello en esos momentos de apertura del corazón se abren las puertas al
verdadero conocimiento, a la sabiduría interna que nunca podrá ser sustituida por los
conocimientos impuestos, que han sido traídos desde el exterior para llenar tu mente de mentiras
y falsedades que nunca viviste y por tanto no pertenecen a tu verdad.

Respira un momento en silencio, tan sólo necesitas unos minutos, lleva tu atención al corazón,
respira, deja que tu corazón se abra y dite a ti mismo, con voz clara y firme:

"Estoy dispuesto a amar y a ser amado por la totalidad del universo, incluido yo mismo. Me amo
tal cual soy, pues soy perfecto y así amo a mis hermanos que son uno conmigo.”

Toma estas frases a modo de oración personal y repítelas diariamente hasta que se conviertan en
una verdad vivida por ti.

No necesitas sentir nada especial, ni siquiera es necesario que al realizar el ejercicio, sientas amor.
El amor, eres tú, podrás sentirlo en su máxima expresión en el momento en que te olvides de
aquello que en realidad no eres.


                                                               QUE ASÍ SEA                    

                                                                     AMEN

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                                                                              II
                                                       DESTAPANDO LAS HERIDAS



En los momentos en que te parece que ya nada tiene sentido, cuando te encuentras vacío y parece que tu ser te ha abandonado, recuerda que es entonces cuando puedes aclamar al cielo y pedir que te sea restaurado aquello que por derecho te pertenece que te sea devuelto el conocimiento de quien eres.

Párate un momento, respira, busca cual es el centro de tu dolor.
Observa si puedes localizarlo en algún punto de tu cuerpo.

Ahora dialoga con ese punto, pídele que te sean dadas las claves de tu comportamiento erróneo que te han llevado a olvidar quien eres.

Escucha con atención, deja que la energía fluya y te lleve al lugar donde tal vez algunos hechos te influyeron taponando la libertad del fluir de tu verdadero ser.

Ahora retoma tú la situación con un nuevo conocimiento, deja que la herida se abra, observa tu dolor y espera tan sólo un instante para ver como ese dolor se eleva, pues ya no te pertenece.. y ahora entrégalo, entrégalo al universo para que te sea devuelto purificado y lleno de una nueva cualidad divina.


Escucha ahora estas palabras que proceden de lo más interno de tu ser:

En los momentos de angustia, cuando te sientas perdido sin saber quien eres y te pierdas en el laberinto de tus pasiones, sólo tienes que traer a tu memoria el recuerdo de tu poder:

“Tú puedes cambiar lo que ahora sientes, pues tú lo creaste y tú puedes hacerlo desaparecer.”

El dolor no es real, ese sufrimiento al que te aferras tan sólo es una excusa más para no ver quien eres.

El dolor desaparecerá, entonces te sentirás vacío y atemorizado, no temas, quédate ahí. Es el nuevo comienzo, es el comienzo del recuerdo de la verdad.

Ahora empiezas a encontrarte de nuevo contigo mismo, ahora empiezas a recordar quien eres.


                                                                  QUE ASI SEA

                                                                       AMEN

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                                                                             III
                                                  ADENTRÁNDOSE EN EL MIEDO


En el silencio de la noche, cuando la oscuridad te recuerda que estás solo puedes destapar las fuerzas de tus miedos. En mayor o menor medida los miedos habitan en ti, se esconden tras fachadas de seguridad que un día u otro deberán ser derribadas.

Ahora es el momento.

Respira profundamente y trae a tu consciencia este recuerdo:

“Yo soy tu luz, Yo soy el amor que te ilumina siempre, aunque no puedas verme, aunque no puedas reconocerme, Yo soy tu luz, Yo soy Tú”

Repite esta oración antes de adentrarte en la pesadilla de tus miedos.

Invoca entonces a las fuerzas oscuras que hay en ti, sólo a ti te pertenecen, tú las creaste, recuerda tú tienes el poder.

Deja que estas fuerzas de oscuridad te envuelvan, hazte uno con ellas y recuerda:


“Yo soy tu luz, Yo soy la luz que habita en ti”

La luz hace desaparecer la oscuridad, en la luz la oscuridad no existe.

Invoca ahora a la luz que eres, invoca con estas palabras:

“Luz del mundo, Luz del universo, Luz de la verdad, que las tinieblas desaparezcan, que lo que ahora me parece oscuridad se convierta ante mis ojos en la Verdad.”

Espera un instante, observa como esa luz se hace cada vez más grande.

Tú tienes el poder de disipar la oscuridad, tú tienes el poder de cambiar tu vida, tú escoges el camino en el que quieres estar.

La luz o la oscuridad están en tu mente, tu verdadero ser se esconde también en tu mente, llámalo y permite que sea Él quien guíe tus pasos nuevamente, como fue en un principio y será así por siempre.



                                                                      QUE ASI SEA.


                                                                           AMÉN

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                                                                            IV
                                                       ROMPIENDO ESQUEMAS



La adquisición de nuevos hábitos de conducta en el ser humano depende única y
exclusivamente de la voluntad del ego para realizarlos.
Por tanto es importante distinguir donde comienza la auténtica realización y donde estamos
trabajando con el ego. Para ello proponemos estos sencillos ejercicios:

Respira profundamente, al inhalar observa como la sustancia que es llevada hacia tu cuerpo se
hace densa y se convierte en algo que puedes sentir por medio de tu tacto, gusto y olfato.
A esa sustancia la llamaremos: Vida.
Al expirar deja que tus pulmones se vacíen por completo del aire que los oprime. Es decir
cuando exhales estás dejando marchar todo aquello que no te pertenece, tus miedos, tus
angustias, las preocupaciones que te aprisionan.

Toma conciencia del aire que tomas al inspirar, es de una sustancia diferente al que despides al
expirar. Este aire es vida, amor y luz. Visualízalo como tú sientas mejor, del color que más te
guste, con el sabor que te resulte más agradable y déjalo ejercer influencia dentro de ti todo el
tiempo que te sea posible. Deja que limpie y purifique todos tus centros y luego expulsa los
residuos nocivos para tu ser.

Realizando este ejercicio diariamente, irás tomando consciencia de lo que es tu “ser” y te irás
desprendiendo de todo aquello que no te pertenece.

Este es el principio de una serie de “nuevos hábitos”, para que sean llevados a término en un
tiempo claro de aprendizaje y autoobservación que nos llevará a un nuevo lugar, un nuevo
estado reconocido como: Tu Ser Amado y defendido así por nosotros.

Cuando un esquema se rompe y algo nuevo es descubierto sentirás una leve punzada que te
hace recordar por un momento aquello que dejaste atrás. En ese momento de desasosiego, en ese
momento de querer recuperar lo que ya se ha ido, debes soltarte sin temor, recuerda el ejercicio
de respiración, respira y suelta aquello a lo que te aferras, inspira y toma lo nuevo que te es dado.

                                                          QUE ASI SEA

                                                              AMEN

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                                                                    V
                                             CENTRANDO TU ATENCIÓN




Las repercusiones de estos ejercicios serán observadas por ti y por muchos de los que te
rodean. De esta manera empezarás a sentirte como si algo extraño estuviese ocurriendo a tu
alrededor, empezarás a sentir que los que están a tu lado han cambiado. No te preocupes por
ello, centra tu atención tan sólo en ti y en tus propios cambios. No debes despistarte
observando a los otros, por mucho que los quieras. Aquello no te pertenece, tu percepción
puede ser errónea en estos momentos de cambio.

Toma tus decisiones con calma, siempre en momentos de paz y no de desasosiego. Ello te
ayudará a que la nueva vida que ahora comienzas vaya encajando perfectamente sin que tengas
que sufrir los efectos de los traumas acontecidos por el hecho de realizar acciones en
momentos de crisis curativas.


Apacigua tu mente y respira, tan solo respira.




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                                                                       VI

                                                   RECORDANDO EL ORIGEN




En los momentos de angustia extrema, cuando tu ser se estremezca de dolor, recuerda que
cualquier cosa que haya acontecido en tu vida no es lo suficientemente importante como para
darle el valor de la separación.

Intentamos decirte con esto que cualquier cosa que te cause dolor, no es más que un síntoma de
separación, lo que realmente duele, lo que se esconde tras cualquier síntoma, es siempre la pena
por la separación primera.

Por tanto ante cualquier situación que te disguste, ante cualquier llanto, cualquier pena que te
perturbe, recuerda, el verdadero dolor viene a tu mente como un recuerdo de la separación
primera. Esta separación no está asumida todavía por ti, pues inconscientemente recuerdas la
plenitud y la unión. Y cada átomo de tu ser, cada partícula de tu cuerpo espera de nuevo la
reunión con el Todo, la unión con el Padre creador.

Por ello te pedimos que cuando sientas un dolor acuciante, traigas de nuevo a tu memoria la
verdadera razón, el motivo escondido en tu parte más inconsciente que es lo que
verdaderamente te hace sentir desprotegido, vulnerable y frágil.
Tú perteneces a un Todo, a un Gran Todo, dentro del cual no existe dolor, ni siquiera la
pretensión en potencia de ser uno solo, por tanto no existen individualidades que sufran. Y tú
provienes de ello, por esto eres invencible. Así que no te dejes vencer por la mente separada y
no permitas que esta falsa ilusión te atormente y te haga sentir como algo insignificante y
abandonado en el universo, pues eres parte de Dios y por tanto muy querido por todos nosotros.


                                                                        QUE ASI SEA

                                                                            AMEN

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                                                                     VII

                                                OBSERVANDO SIN JUZGAR




En los límites de tu realidad se hayan escritos los nuevos principios del ser que se convierte en verdadero creador de sí mismo.
Las pautas más importantes que has de llevar a cabo te serán dadas día a día, momento a momento. El proceso es continuo, no hay espacios de descanso, pues el trabajo que estás llevando a cabo, es el trabajo de la realización de ti mismo.


Debes empezar por “ Observar”. La observación es el primero de estos nuevos hábitos de los que te hemos hablado.
Observa siempre discerniendo aquello que tú ves y aquello que crees ver. Esto se logra prestando una atención discernida de las cosas.

Muchos momentos de tu vida son proyecciones del ego hacia el exterior. EL ego juega a ser el creador, pero crea una realidad ficticia que se aparta de la realidad que tu verdadero ser te desea mostrar.

Así, empieza el día observando que es lo que ves, que es lo que sientes, que es lo que esperas, que es lo que te resulta incómodo de soportar en cada momento del día.

Busca después las razones que te hicieron sentir incómodo, dales espacio para que se presenten ante ti y llévalas a la Luz para que adquieran una nueva cualidad, obsérvalas ahora, no dejes de observar..,no importa ahora como te sientas, ni siquiera importa lo grande que es el dolor en estos momentos, lo único importante es tu quietud. La transformación vendrá dada por esa observación calmada que llena tu mente de una nueva luz que hace que los cambios se produzcan y se vean en el exterior.

Las razones por las que sufres no son nunca las razones que tú de antemano has decidido que sean las que te causen dolor. Las razones verdaderas se presentarán ante ti después de un periodo de observación. Por ello te pedimos: Observa, observa sin juzgar, sin esperar ningún cambio, sin ningún propósito, tan sólo mira y deja que ocurra aquello que debe ocurrir, la transformación en ti.

Cuando has visto de cerca el dolor y su causa, es en ese momento cuando puedes separarte de él y sentir que ya no te pertenece. El dolor quedó impregnado en ti y reaparece en momentos puntuales a lo largo de tu vida. El aferrarse al dolor trae como consecuencia mayor, la ceguera emocional, pues volverás de nuevo a sentir dolor cada vez que intentes llenar tu vida de acontecimientos que te aportan satisfacción temporal y cada vez que esa satisfacción desaparezca, en mayor o menor medida el dolor aparecerá para retomar su lugar. Por ello te pedimos que dejes de un lado la búsqueda permanente de la felicidad y te entregues por completo a la búsqueda de la Luz que habita en tu interior. Esa Luz no te abandona nunca, por tanto el hallazgo es seguro y permanente y tan sólo depende de la apertura que tú desees realizar en ti mismo y tan sólo a ti te corresponde hallarla y llevarla a todos los rincones de tu cuerpo, de tu mente y de tu espíritu, que está ávido de su alimento, que tanto tiempo le estás negando.

Abre las puertas, abre tus corazas y entrégaselas al Señor para que puedan ser restituidas por la Luz que habita por siempre en Tu interior.




                                                                       QUE ASI SEA

                                                                            AMEN




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                                                                         VIII
                                                        ACEPTANDO EL DOLOR

En innumerables ocasiones has sentido que el dolor acuciaba en ti y has estado tentado de hacerlo desaparecer de algún modo conocido.

Cuando el dolor vuelva a aparecer en ti, debes darle paso alegremente y permitir que tenga su espacio, de esta manera el dolor restablecerá en ti aquello que por un instante perdiste, el recuerdo del lugar, el recuerdo de aquello que eres.

Esto que te decimos ahora proviene de un saber eterno de la humanidad, escondido por mucho tiempo, pues los hombres han preferido creer que éste es su hogar, pero el hogar que realmente te corresponde se encuentra detrás de lo que ves, detrás de lo que sientes, detrás de lo que piensas. Es una nueva visión de este tu mundo, es una nueva visión de esta tu realidad.

Deberás percibir nuevamente, deberás sentir y pensar nuevamente, para entonces así, poder ver, poder sentir, con las nuevas facultades que te han sido negadas, que han sido olvidadas y relegadas a un lado por ti.

Volverás a tus orígenes nuevamente, podrás compartir con tus hermanos aquello que os pertenece, el Amor de Dios que os colma y os llena de paz y dicha, está a vuestro alcance, os está rodeando ahora, tan sólo debes dejar que penetre una pequeña ráfaga de El para que la gran Luz se haga de nuevo.



                                                                QUE ASI SEA

                                                                     AMEN

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                                                                     IX

                                              RECORDANDO QUIEN ERES



Los resultados acontecidos después de un periodo de entrenamiento, no serán siempre los esperados, puede que empieces a sentirte triste y apenado y que incluso llegues a creer que debes abandonar cualquier intento de encontrarte con tu verdadera esencia. Es en esos momentos precisamente, en los momentos de renuncia, en esos instantes en que creas que ya nada tiene sentido, cuando debes dejar que la Luz que hay en ti te ilumine.

Recuerda quien eres, no pares de recordar y traer a tu memoria quien eres, un hijo santo de Dios, uno con todos tus hermanos.

Si mantienes esto en tu memoria nunca podrás sentirte desamparado. Recuerda que la Luz que hay en ti es la que te mantiene con vida, recuerda que la muerte, tal como muchos la entendéis, no existe. Cuando el miedo a la muerte desaparece y las ganas de vivir se transforman en el don del existir, puedes entonces reanudar un camino que creíste olvidado, un camino que te devuelve a tus orígenes.

En el proceso de vuelta a casa encontrarás escollos que perturbarán tu mente y tendrás largos periodos de duelo por las cosas que irás dejando atrás. Pero conforme alcances conocimiento, ese duelo se convertirá en dicha, pues la pesada carga que arrastrabas ha sido dejada atrás y la libertad que ahora sientes te llena de felicidad, esa felicidad tan ansiada y que has buscado intensamente en los entretenimientos banales de un mundo no real.



                                                                 TE AMAMOS
                                                                     AMEN

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                                                                     X
                                     OBSERVANDO LAS PREOCUPACIONES




Después de muchos momentos de dudas entenderás que aquello que tanto te preocupa no era más que una señal para que pusieses tu atención en algo que no sea tu propia destrucción. Queremos decirte con esto, que cuando algo crees que anda mal, cuando algo te distrae de tu camino espiritual es porque el camino no estaba siendo andado correctamente, por ello te distraes con cosas banales, que no son más que señales para que encuentres otras alternativas a lo que estabas haciendo.

Así que cuando algo te preocupe en demasía, cuando algo se convierta para ti en una obsesión, debes observarlo de cerca y medir con seguridad su valor, es decir observa si aquello que te preocupa te pertenece a ti o a tu ego. Si son cosas del ego, deberás actuar de inmediato en la forma siguiente:

-Visualiza el problema o la preocupación.
-Añádele la máxima preocupación que puedas imaginarte, lo peor que podría ocurrir, lo peor que te podría pasar con respecto a ese problema o preocupación.
-Ahora siente que le ocurre a tu cuerpo, cuales son tus emociones al respecto. Tal vez te sorprendas y no sean tan insufribles como tu mismo habías podido creer.

Deja que esas emociones te inunden, no importa lo incómodo que estés, no importa cuanto dolor sientas, quédate allí y observa.

-Después de un tiempo de observación querrás actuar, “hacer algo al respecto”, en esa acción radica parte de una solución propuesta por nosotros, nosotros que también formamos parte de ti te inspiramos en los momentos de auto-observación, pero no podemos hacerte llegar nuestra inspiración en los momentos de no-observación.

Cuando hayas sentido tu dolor al máximo y comprendas que ese dolor no es tal como podías haber imaginado, sino que tan solo es una emoción más a la que puedes dejar marchar, en ese momento es cuando nosotros, cuando tu verdadera consciencia, el verdadero ser que eres, puede tomar partido y dejarte entrever donde, como y cuando será necesaria una acción por tu parte o tal vez ni siquiera debas hacer nada, pues nada que tu consideres perjudicial estaba ocurriendo, pues nada te estaba amenazando, salvo tus propios pensamientos.

-Después de visualizarte en lo peor, después de sentir la peor de las angustias, toma tu mano y háblate como lo harías con tu mejor amigo, será entonces cuando nosotros te inspiraremos y obtendrás la claridad necesaria para poder aceptar lo que esté aconteciendo, para poder ir más allá de los hechos que a ti te parecen reales y empezarás a vivir de acuerdo a una nueva verdad que te envuelve. Toma tu mano, respira y obtén la claridad necesaria para poder seguir viviendo de acuerdo cada vez más con la Leyes de Dios que están escritas en tu corazón y que tan sólo te brindan libertad de ser lo que desees, sin tener que pagar por ello el precio del sufrimiento.


                                                                   QUE ASI SEA
 
                                                                       AMEN

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                                                                   XI

                                                       MENSAJE DE PAZ


Formamos parte de algo mucho mayor de lo que vosotros podéis alcanzar a entender. Pero a la vez somos parte de vosotros. Es por ello que se nos encomienda vuestra custodia y guía, pues todos pertenecemos a la misma Esencia. Estamos preparados para los cambios que vuestra humanidad está sufriendo. Podéis daros cuenta de ello tan sólo poniendo un poco de atención alrededor vuestro y veréis como las cosas están cambiando. Queremos transmitiros un mensaje de Paz para vuestros corazones y traeros así claridad a vuestras mentes.

No es importante aquello que hacéis, pero sí es importante la intención que ponéis al hacerlo. La sabiduría en vosotros es innata, pero habéis olvidado los principios primeros o mejor será decir que habéis querido olvidarlos. Por ello nosotros recordamos para vosotros los principios que deben regir a cualquier vida humana:

-Integración: Significa el poder de asimilación de conocimientos, de diferencias, de estructuras nuevas. Todo aquello que os va siendo dado puede ser integrado en vosotros sin ninguna excepción. Por tanto abriros y permitir que esto ocurra. No dejéis fuera lo que consideráis que no os interesa. Abriros a todo, es necesario, a nuevas experiencias, nuevos descubrimientos, diferentes ideas, diferentes sentidos, diferentes formas de realizar la obra. Os pedimos esta apertura ahora, ya es el momento.

-Asimilación: Tenéis el poder de comprender todo aquello que os es dado, todo aquello que consideráis nuevo y rechazáis de antemano.
Primero debe ser integrado, después asimilado, es imposible que esto no ocurra, pues tenéis el poder de la asimilación en vosotros.

-Destrucción de lo viejo: No os agarréis a patrones que no os sirven más, tan sólo debéis dejarlos atrás, pues es necesario ese espacio, para que sea ocupado por una verdad que os resultará nueva.

-Descubrimiento, en el interior de los hombres, de nuevas capacidades: Descubriréis dentro de vosotros capacidades que os sorprenderán, pero que os han sido dadas desde la eternidad, ahora es el momento de que sean vistas y llevadas a la práctica.

- Enturbiamiento parcial de vuestra mente: será necesario por unos momentos, para que la claridad pueda abrirse paso. El enturbiamiento es necesario porque debéis atender a nuevos principios que a muchos os parecerán poco claros.

-Búsqueda de la verdad nuevamente: Después de un proceso de confusión, empezaréis de nuevo la búsqueda de la verdad, que os irá siendo revelada, a la vez que seguís vuestros progresos utilizando las nuevas herramientas descubiertas en vuestro interior.

-Paciencia: Será necesaria en esta época, para que los hombres no se levanten con exigencias de todo aquello que creen que les pertenece por derecho. Debéis sentir primero la compasión en vuestro corazón, antes de poder recibir, de manos de aquellos que pueden entregaros, los dones que son vuestros.




                                                                OS AMAMOS